La estela de Akenatón que atesora El Cairo (Egipto) podría ser la pieza que sirvió de moneda de cambio para que el busto de la reina egipcia Nefertiti fuera finalmente a Berlín.
La polémica que rodea al busto de Nefertiti no parece tener fin. Cuando las autoridades egipcias afirman poseer la documentación que señala que el busto fue sacado de forma ilegal del país, la prestigiosa revista egiptológica estadounidense KMT (vol. 20, nº2) echa más leña al fuego con una idea completamente desestabilizadora. Según el egiptólogo alemán Rolf Krauss, la estela con restos de pintura que representa una escena familiar del faraón Akenatón y su esposa Nefertiti con tres de sus hijas, y que fue la contrapartida para que los alemanes se quedaran con el busto, es en realidad una falsificación. En el año 1912 el Museo Egipcio de Berlín ya contaba con una pieza similar (14145). De ahí que los arqueólogos alemanes no tuvieran reparos en “dejar” a los egipcios quedarse con la estela a cambio del conocido busto de Nefertiti. Sin embargo, según Krauss, a la luz de la documentación de la época el objeto parece ser un montaje para acallar las posibles voces críticas de las autoridades egipcias. A todo esto hay que añadir ciertas anomalías artísticas que convierten a la estela del Museo de El Cairo en una pieza sospechosa. El perfecto tamaño de las cabezas con respecto al cuerpo, cuando en el arte amarniano son más grandes de lo normal, la insólita posición de los brazos, la singularidad de algunos collares y, sobre todo, los errores en la grafía de los textos son pruebas más que evidentes para Rolf Krauss de la falsedad de la pieza. Para el alemán, la estela de la ciudad egipcia es una copia moderna de la del Museo de Berlín.